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Lacteos

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La leche es uno de los alimentos más completos para el ser humano dadas las características  de sus nutrientes, en particular las proteínas, que contienen gran cantidad de aminoácidos esenciales. Es la principal fuente de calcio de la naturaleza imprescindible para la formación y mantenimiento de los huesos y dientes.

 

-Agua: Es el componente mayoritario de la leche que constituye un 80-87%. En ella se encuentran vitaminas hidrosolubles, la lactosa y algunas sales minerales.

-Los hidratos de carbono o azucares: La lactosa es la que da a la leche su sabor dulce y constituye prácticamente todo el azúcar de la leche. Sin embargo existen otras azucares en muy baja proporción como glicoproteínas y oligosacáridos

-Las Proteínas de la leche: Constituyen el 3-4% de la leche. Son consideradas de alto valor biológico y aportan los aminoácidos esenciales para el mantenimiento de la vida.

-Las Grasas: Constituyen en 3-4% de la leche dependiendo la alimentación y raza de la vaca. El 90% de la grasa se encuentra en forma de triglicéridos.

-Las vitaminas: Entre tantas vitaminas que aporta se destacan  la vitamina A y D, la riboflavina (B2) y la cianocobalamina (B12).

-Los minerales: Posee calcio, potasio, fósforo, yodo, sodio, cloro, magnesio y zinc.

Huesos y dientes sanos:

Es importante  y se aconseja el consumo de leche entera durante la infancia y adolescencia ya que posee mayor valor energético y las vitaminas A y D se adsorben mejor.

En la Edad adulta es importante mantener un consumo adecuado preferiblemente de leche descremada con el fin de favorecer la conservación de la masa ósea, contribuyendo a prevenir la desmineralización de los huesos, evitando la osteoporosis y fracturas.

Contra el insomnio:

Se recomienda el consumo de leche antes de acostarse para ayudar a combatir el insomnio y ansiedad. Si se toma azucarada, el efecto es aún mayor. La leche contiene triptófano, un aminoácido que estimula la producción de serotonina, un neurotransmisor que produce en el organismo efectos calmantes e inductores del sueño. El azúcar favorece también la liberación de serotonina.



Derivados de la leche:

Yogur: Es leche que ha sido fermentada hasta lograr una forma final de masa semilíquida, su aporte de calcio es diez veces mayor que el de la carne al tiempo que aporta vitaminas.

Constituye un alimento para personas que no pueden consumir leche debido a su intolerancia a la lactosa y ayuda a prevenir la flora bacteriana después de la administración de antibióticos.

El queso: Es un aliento solido elaborado a partir de la leche fermentada y cuaja de vaca, cabra, oveja, camella u otros mamíferos. El queso se compone de 35-75% de agua  según su tipo y en él hay disueltas 10-40% de proteínas y 4-5% de sales.

El queso aporta proteínas y alcanza concentraciones diez veces superiores a la leche cruda. Es rico en vitamina A, B, D, y en calcio y fosforo.

La mantequilla: Se obtiene de la crema que se forma en la superficie de la leche. Constituye un ingrediente esencial en algunas comidas. Por su alto contenido de grasas saturadas se desaconseja en personas con problemas cardiovasculares, colesterol alto, diabetes y obesidad.

Cuando los lácteos hacen mal:

A pesar de su valor nutritivo, la leche está contraindicada para aquellas personas que sufren de:

Intolerancia a la lactosa: Es una enfermedad que se caracteriza por la incapacidad de digerir lactosa (la azúcar de la leche), debido a la disminución de la actividad o incluso a la ausencia de la enzima que hidroliza, la lactasa. Esto impide la adsorción intestinal, por lo que esta pasa al intestino grueso para ser degradada por los microorganismos de la flora intestinal. En consecuencia producen gases, dolor estomacal, más o menos  intenso, espasmos y diarrea. Puede ser sustituido por otros alimentos ricos en calcio.

 Galactosemia: Es una alteración genética que produce un déficit de le enzima necesaria para la asimilación de la galactosa. Se trata de una enfermedad poco frecuente que sobreviene con vómitos, diarrea, ictericia, cataratas, trastornos neurológicos diversos y retraso. La única forma de evitar la aparición de dichos síntomas es la eliminación completa de la galactosa de la dieta diaria y por lo tanto la lactosa.

Alergia a la leche: Es un estado de hipersensibilidad frente a las proteínas de la leche. La reacción alérgica puede ser ligera y sobreviene con rinitis o diarrea, pero también puede llegar a provocar dermitis y asma. Puede ser sustituida por leches totalmente hidrolizadas (de venta en farmacias).



Sustitutos de la leche: batido de soja

Cuando no se puede consumir leche por motivos de salud, es necesario sustituir la ingesta por otra tipo fuente de calcio de rápida asimilación. Uno de ellos es el batido de soja o leche de soja. Se obtiene de la soja una legumbre. El batido es un líquido blanquecino, algo insípido, que se emplea como alternativa de la leche. En comparación con la leche de vaca no contiene lactosa, caseínas (proteínas de la leche de vaca), vitamina B12, grasas saturadas no colesterol. Aporta similar cantidad de calcio y menos sodio y calorías. En cuanto a la grasa predomina la de tipo poli-insaturado (Omega-3 y Omega-6). El batido suele estar enriquecido en calcio y vitaminas (A,D,B12) y puede incluir aromas (Vainilla, almendra, etc.) o jugo de frutas. Su consumo se considera adecuado en caso de alergia a la proteína de leche de vaca, intolerancia a la lactosa, asma u otras afecciones respiratorias y situaciones de riesgo cardiovascular. Asimismo se ha demostrado que el consumo de soja contribuye a reducir el riesgo de alteraciones cardiovasculares y de desmineralización del hueso.

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